«Los docentes, con un enfoque innovador y su capacidad para ver el potencial en cada estudiante, me motivaron a explorar nuevas áreas del conocimiento y a desarrollar habilidades para convertirme en una mejor profesional dentro de un campo con muchos desafíos para la mujer«.

Anielka del Socorro Beltrán Aguilar cursa el quinto año de Ingeniería Agronómica en el CUR- Estelí, UNAN-Managua. Aunque es originaria del municipio de Wiwilí, Jinotega, actualmente habita en la ciudad de Estelí. De su vida académica, recuerda que en sus inicios no fue una estudiante aplicada; sin embargo, conforme fue creciendo adquirió más disciplina y dedicación, hasta obtener muy buen rendimiento académico en la secundaria y alcanzar el primer lugar como mejor estudiante a nivel de su centro educativo.

Su interés por el agro viene desde su infancia. Recuerda que siempre deseó tener un jardín con muchas flores, lo que la llevó a cuidar las plantas y establecer cultivos en el patio de su casa. De igual manera, se inspiró en un primo que estudió Ingeniería Agronómica y lo veía desarrollando sus proyectos, lo que resultaba motivador. Fue así como decidió estudiar dicha carrera en la Universidad, espacio que le ha brindado oportunidades de formación académica y crecimiento personal.

En su trayecto por la educación superior, ha participado en importantes eventos académicos que han abonado al fortalecimiento de sus capacidades investigativas y agropecuarias. En tercer año de su carrera participó en la primera edición del concurso Eva Change, organizado por la Asociación para el Desarrollo de Nicaragua (ASDENIC), en colaboración con el Ministerio de Economía Familiar, Comunitaria, Cooperativa y Asociativa (MEFCCA), productores del norte de Nicaragua y otras instituciones locales. A partir de esta iniciativa, trabajó en un proyecto emprendedor, vinculado a temáticas relevantes del contexto local. De ahí, en conjunto con un equipo multidisciplinario, surgió la creación de un prototipo para una aplicación que permita el acceso de prácticas agroecológicas.

De igual manera, ha participado en el proyecto Escuelas de campo sobre agricultura regenerativa bajo modelo de sistema agroforestales multiestratro, junto a estudiantes de años superiores de Ingeniería Agronómica. Eso le permitió adquirir más experiencias, mejorar sus conocimientos y ponerlos en práctica. De igual manera, valora este tipo de actividades que ayudan a mejorar las habilidades y capacidades, tanto para los estudiantes como para familias que participan en las comunidades donde se implementa la práctica.

«A lo largo de mi trayectoria académica, he tenido la fortuna de encontrar maestros excepcionales que además de compartir su vasto conocimiento, han despertado en mí una pasión por el aprendizaje y el crecimiento personal». También reconoce que entre los valores que le han compartido sus docentes están el adoptar una actitud perseverante y nunca rendirse ante las dificultades académicas. De igual manera, aprecia que sus mentores la han instado a formularse interrogantes e investigar más allá de lo que reciben en el aula de clase.

Además de ser una estudiante destacada en su carrera, comparte sus experiencias y conocimientos con sus compañeros de grupo, siempre dispuesta a ofrecerles una mano amiga, motivarles a continuar sus estudios universitarios y apoyarlos en el cumplimiento de sus objetivos. Con mucha satisfacción, comparte que la finalidad es que el grupo se consolide y logren culminar su carrera en tiempo y forma, para convertirse en profesionales que aporten al desarrollo agronómico de nuestro país.

Así mismo, valora la rigurosidad en la enseñanza, que le ha hecho reconocer la importancia de la disciplina y la dedicación en el estudio. «Hay docentes que con su enfoque innovador y su capacidad para ver el potencial en cada estudiante, me motivaron a explorar nuevas áreas del conocimiento y a desarrollar habilidades, para convertirme en una mejor profesional dentro de un área con muchos de desafíos para la mujer».

Referente a la importancia de la investigación en su carrera, Anielka considera que es fundamental para enfrentar los desafíos actuales y futuros en la producción agrícola, promover la sostenibilidad ambiental y garantizar la seguridad alimentaria. «Es importante y esencial en la formación de los futuros ingenieros agrónomos, ya que, mediante la investigación y la innovación se pueden abordar los desafíos del presente y del futuro».