«Ser donante de sangre es un acto de amor al prójimo».

El Centro Universitario Regional (CUR) Estelí, de la UNAN-Managua, en estrecha colaboración con el Banco Regional de Sangre de Estelí, lleva a cabo una iniciativa semestral de donación voluntaria de sangre. Esta campaña busca concientizar a la comunidad universitaria sobre la importancia de incrementar las reservas de componentes sanguíneos. Estos componentes son esenciales para atender a pacientes en los centros hospitalarios de Estelí, Nueva Segovia y Madriz.

En las campañas de sensibilización del 2024 se ha logrado una valiosa integración de estudiantes, docentes, personal administrativo, terapeutas y pasantes de la Clínica Psicosocial y Comunitaria. A través de una dinámica estrategia de charlas dirigidas a estudiantes de diversas carreras, se ha promovido el intercambio de información de joven a joven para contribuir con la donación oportuna y abastecer los bancos de sangre de las unidades de salud públicas y privadas, y de esta manera, contribuir a la atención adecuada a los pacientes que la requieran.

Como resultado de las campañas de sensibilización, el CUR logró una extraordinaria recolección de más de 400 unidades de sangre en el primer semestre del 2024. Esta cifra, que se espera superar en el siguiente semestre, es un claro reflejo del compromiso de la comunidad universitaria con esta noble causa. Además de las charlas informativas, los docentes y estudiantes comparten sus inspiradoras experiencias como donantes voluntarios, motivando a otros a sumarse a esta acción humanitaria enfocada a salvar vidas.

Uno de los docentes que apoya cada año en la jornada de donación voluntaria de sangre es el maestro Jorge Manuel Pinell Tórrez, quien tiene 16 años de ser donante voluntario. Recuerda que inició a solicitud de un familiar que requería sangre para poder practicarse una cirugía. Aunque tenía muchos prejuicios acerca de la donación de sangre, durante la extracción, el personal de enfermería le explicó la importancia de la donación de sangre y la necesidad de captar más unidades para utilizar en casos de cirugías programadas, accidentes de tránsito, personas con sangrados internos, entre otros. En este proceso, comprendió que donar sangre ayuda a la renovación de la misma, lo cual permite un mejor funcionamiento del cuerpo.

Para el maestro Pinell, donar sangre «es un compromiso ante la vida, ante mis semejantes, es la manera de aportar para que otras personas puedan vivir. Ser donante de sangre es un acto de amor al prójimo». Refiere que la docencia juega un papel fundamental en la promoción de la donación de sangre, actuando como agente de concientización y desmitificación del proceso. Destaca que es crucial transmitir a los estudiantes información precisa y combatir los mitos que rodean la donación. Contrario a lo que algunos creen, donar sangre no solo no tiene efectos adversos para el donante, sino que aporta numerosos beneficios para su salud. La renovación sanguínea que se produce tras la donación estimula la producción de células nuevas, para mejorar la circulación y prevenir enfermedades cardiovasculares.

También resalta que más allá de los beneficios fisiológicos, la donación de sangre brinda una profunda satisfacción personal al contribuir a salvar vidas y mejorar la salud de los demás. Es un acto de altruismo y solidaridad que permite a los estudiantes ser agentes de cambio positivo en su comunidad.

A lo largo de sus 16 años como donante voluntario, el maestro Pinell ha enriquecido su experiencia académica y social al compartir con sus estudiantes el impacto transformador de la donación de sangre. Cada unidad recolectada representa la esperanza de tres vidas salvadas, contribuyendo al Modelo de Salud Familiar y Comunitario y siendo ejemplo para las futuras generaciones. «Como académicos tenemos la misión no solo de aportar en el desarrollo profesional de los estudiantes, sino también, en la formación de valores y la donación de sangre es una manera de aportar mediante la solidaridad».